jueves, 19 de noviembre de 2009

LA LUCHA CONSTITUCIONALISTA


Carranza pretendía organizar una junta de todos los jefes revolucionarios a fin de decidir el futuro político de la nación. Por ello, ordenó a Obregón viajar al estado de Chihuahua para entrevistarse con Francisco Villa, y ellos dos pudieran convencer a otros líderes locales de la importancia de la junta. En su primer viaje, visitaron al gobernador sonorense Maytorena, quien acusó a Obregón de traición. Éste, en cambio, le pidió al gobernador comprobar sus acusaciones ante Villa, pero en el acto se vio intimidado y prefirió retractarse. Obregón comisionó a Maytorena como jefe de las tropas estatales, bajo la condición de reconocerle como suprema autoridad militar, puesto que de no hacerlo sería destituido. Para asegurarse de ello, ordenó a Benjamín Hill permanecer en el territorio de Sonora. Para su segundo encuentro con Villa, Maytorena ya había convencido al "Centauro del Norte" de las inconvieniencias que resultarían de mantener a Carranza en el mando político, por lo que planearon un golpe contra el Primer Jefe (como se le conocía a Carranza). Por lo tanto, la actitud de Villa hacia Obregón se tornó de cierta forma hostil, y entonces Villa ordenó a Hill retirarse del estado, lo que Obregón rechazó. Villa se enfureció y estuvo a punto de fusilar a Obregón, pero la intervención de Eugenio Aguirre Benavides le salvó la vida. Villa decidió no asistir a la junta convocada por Carranza y desconocerle como jefe revolucionario. Obregón logró escapar y Villa ordenó que se le aprehendiera nuevamente; pero Obregón fue apoyado por los generales José Isabel Robles y Eugenio Aguirre Benavides, gracias a lo cual llegó con vida a la Ciudad de México. Obregón ofreció nuevamente a Carranza intentar pactar con Villa y sus tropas para la realización de la convención revolucionaria. Se acordó que se realizara en un lugar neutral para ambas fuerzas, y la elegida fue Aguascalientes, donde las sesiones iniciaron el mes de octubre.

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